Abú Alí Ibn Sina, el jeque el-rais o príncipe de los sabios conocido en Occidente como Avicena, uno de los médicos más influyentes de la cultura árabe durante el siglo XI, intérprete de Aristóteles y además continuó con la escuela de pensamiento helénica, representada por Hipócrates.
Éste retrato, tomado en parte de la bibliografía que realizó al-Yuzayani sobre su mentor, nos muestra a un Avicena perseguido, odiado, amado, bebedor, amante, orgulloso y humilde a la vez, grande en su ciencia y en su saber, en el itinerario que marcaría el final de su vida: escapar de una ciudad a otra mediante los tormentosos cambios de gobierno-religiosos que marcaron la etapa final de su interesante vida. Perseguido tanto por sus conocimientos como por la religión de su madre (que era judía) y siempre mezclado entre dos fuegos diferentes, vemos como Avicena sortea las vicisitudes de tener por pacientes a emires y reyes, a la vez que dedica su tiempo y paciencia a aquellos menos afortunados.
Una bibliografía corta, de fácil lectura, se la recomiendo sobre todo a médicos o personas en formación: de la lectura se desprenden un par de preceptos sobre la ética profesional, el trato a la gente, la enseñanza y el deber ante la gente poderosa que no tienen pierden y forman parte de las enseñanzas que deberían otorgarse en la formación médica. También conoceremos el trabajo, a grandes rasgos, de uno de los escritores árabes prolíficos en la medicina universal.
Avicena, o la Ruta de Isfahán - 7