jueves, 7 de julio de 2011

Los Juegos del Hambre - Suzanne Collins


Dentro del "submundo" de la ciencia ficción en ocasiones encontramos relatos que podrían catalogarse con el término "distopia lúdica": una distopía como tal, ya sea con un gobierno sumamente controlador como en "Battle Royale" o medios de comunicación con un poder de manipulación increíble como en "The running man" Pero no son juegos cualquiera: por lo regular significan la muerte de los perdedores o incluso de los ganadores.

"The Hunger Games" (Los Juegos del Hambre) entraría en ésta hipotética categoría. Los Juegos es la forma que tiene el Capitolio, órgano central político y social en Panem, de recordarle a los 12 distritos quien gobierna. Año con año 24 jóvenes menores de edad (dos por distrito) son seleccionados mediante un sorteo para participar en los juegos. Las reglas son sencillas: se enfrentarán a muerte hasta que sólo uno de ellos gane. El ganador dejará de pasar hambre el resto de su vida, dedicándose a entrenar y orientar a los próximos seleccionados.

Año con año, el Capitolio entretiene a las multitudes televisando los juegos.

Katniss Everdeen es una cazadora nata. Escapando de la reja electrificada de su distrito (el 12, la Veta y el más pobre de todos) suele traer piezas cazadas en el bosque con su amigo Gale, para completar la alimentación de ambas familias. Es tanta su dedicación por sus seres queridos, que no puede evitar dar un paso hacia adelante cuando su hermana es seleccionada para participar en Los Juegos. El otro participante es el joven Peeta, panadero de la Veta. Ambos serán entrenados por el único ganador anterior con vida, el ebrio Haymitch Abernathy, quien intentará enseñarles algo que los pueda ayudar.

Conforme éstos tres personajes comienzan a interactuar, Peeta y Haymitch toman una decisión: Katniss debe sobrevivir a toda costa.

A partir de la selección los jóvenes son estrellas, y reciben el trato correspondiente: se acaban las penurias por conseguir alimentos, son estilizados y vestidos para ser presentados a las cámaras. Se indaga su vida personal, se fotografían y graban. Comienza el show.

Con esta premisa, Suzanne Collins nos lleva a los septuagésimos cuartos Juegos del Hambre. Acompañamos a Katniss desde su preparación hasta los mismísimos Juegos, donde su vida será amenazada por otros muchachos, no muy mayores que ella.

Debo admitir que leí el libro porque vi el comentario de Stephen King sobre él (vamos, si no fuera por el recurso facilón de poner un elogio de un escritor famoso, nunca hubiera leído "Las Ruinas"). Estuve a punto de no hacerlo porque también vi el comentario de Stephanie Meyer, pero luego recordé que Meyer es fan de Orson Scott Card, por lo que sus gustos, muy aparte de los que escriba, no pueden ser tan malos. Con el libro quedé estupefacto: era muy fácil de leer, emocionante y condenadamente estretenido. De repente estaba leyendo una combinación de "La larga marcha" con "Battle Royale": había drama, interés por los personajes y hasta un toque de romance. A veces incluso se olvida que son niños los que están compitiendo.

Lo malo es que es extremadamente corto, ya que se termina en un par de días.

Fue una gran sorpresa encontrar un libro así. Pocas veces se tiene la suerte de encontrar un libro que se ponga de moda tan rápidamente (ya se tiene programada la película, además de que ya están a la venta dos secuelas de éste libro) que sea tan bueno.

No me canso de recomendarlo. Vale mucho la pena darle una oportunidad.

Los Juegos del Hambre - 10